martes, 30 de noviembre de 2010

Hoy se terminó una etapa muy importante de mi vida, una etapa sobre la cual no puedo proyectar mas allá: ahora toca vivir lo inesperado, trazar mi propio camino, empezar de cero.
Es muy loco, y quizá todavía no caí a un 100% en que hoy terminé el colegio, en que ya no voy a tener un aula a la cual pertenecer, un grupo fijo de compañeros, las macheteadas grupales, las siestas en clase, los trucos de fin de año, y todas esas estupideces que compartimos en estos años.
Se que todos dicen que es la mejor etapa de la vida, yo sinceramente deseo que vengan algunas mucho mejores, porque no la disfruté como se supone que debe hacerse. Más allá de eso, hay recuerdos positivos que guardo y esos son los que decido atesorar.
Hasta siempre Saint Paul's College, que por más que pasé solo cinco años con vos, tanto me hiciste odiarte a la mañana. Pero, a su vez, me hiciste sentirme muy afortunada en cuanto a lo académico. Valió el esfuerzo, hoy te digo adiós, pero un adiós relativo, porque uno siempre vuelve a sus orígenes, y sin dudas pisaste fuerte en mi. Gracias por la gente maravillosa que me hiciste conocer, y también por gente que me enseñó a que siendo como ellos no puedo llegar lejos. Gracias por las oportunidades que no dudo que me brindaste, por las puertas que me abriste, y por todos los recuerdos de los que fuiste protagonista.

Como bien dice la frase: The end is not near, it's HERE.

1999 ~ 2010: Adiós colegio.

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